Psicólogo especializado en Terapia Gestalt e Intervención Sociocomunitaria
Graduado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid (2016)
Formado en Terapia Gestalt y Eneagrama en GPyF
Formado en Acompañamiento Psicológico en Diversidad Sexual y de Género por el Colegio Oficial de Psicólogos
Miembro adherente de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG)
Lo primero y más importante que tienes que saber de mi es que soy una persona al igual que tú. Yo también tengo mis inquietudes, mis motivaciones, mis bloqueos, mis cambios de humor y mis dificultades. Si acaso, lo que nos diferencia en este encuentro es que hubo un momento temprano en mi vida en que me interesé por la psicología y por ello comencé a estudiarla.
Poco después puse en marcha mis propios procesos terapéuticos, sin los cuales puedo asegurar con orgullo que no sería la persona que soy hoy. No hay nada mejor para aprender lo que significa hacer terapia que vivirla en primera persona. Para saber cómo funciona, que ocurre y de qué manera en realidad se desarrolla. Y no hay nada mejor que hacer terapia para quedarte profundamente enamorado de ella.
Antes de aprender este oficio dediqué unos años de mi vida al mundo del trabajo social. Siempre he sido una persona con inquietudes sociales, con un fuerte sentido de comunidad, preocupado por nuestros malestares e implicado en consecuencia en diferentes movimientos dirigidos al avance y la trasformación social.
Mis ámbitos de actuación han girado en torno a las personas en situación de exclusión, la violencia de género y otras causas internacionales de opresión. Fue durante el tiempo en que acompañaba psicológicamente a personas presas mientras que hacía yo mi propio proceso terapéutico cuando me di cuenta de que esa era verdadera vocación. A partir de ahí pasé de la acción social al trabajo terapéutico. Sin que por lo segundo haya abandonado lo primero.
En esa búsqueda social y personal, hoy también encuentro mis raíces en mi pasión por la técnica y los oficios, en especial de los más antiguos, esos que en nuestros días están cerca de extinguirse y forman en buena medida el sustrato auténtico de nuestra tradición. Todos esos oficios que nos daban arraigo a la tierra, con los que mediamos el pulso al tiempo, que nos obligaban a valorar el sacrificio, el esfuerzo y la solidaridad y que cohesionaban nuestra comunidad. Aunque soy un aficionado y por desgracia creo que nunca dejaré de serlo, a mí me gusta acompañar el trabajo intelectual con el trabajo de la madera, de la piedra y del metal.
En definitiva, soy un apasionado de las humanidades en general y en particular de todo aquello que nos hace humanos. Es por ello que aprecio especialmente el contacto, la intimidad y el intercambio que se produce en una sesión de terapia. Disfruto con mi trabajo y espero que nunca me canse de ello, pues hacerlo es seguir aprendiendo de la persona que tú y yo somos, de lo que da sentido a nuestras vidas, lo que nos mueve, nos afecta, nos hace vibrar y nos realiza.